jueves, 27 de enero de 2011

Chips de nabos y buñuelos de sus hojas

O cómo hacer feliz a un marido

Buñuelos

  • Limpia y lava las hojas de un manojo de nabos, trocéalas con sus tallos y rehógalas en aceite con un diente de ajo bien picado, a fuego lento, hasta que se ablanden.



  • Vuelca las hojas en un bol y añade 2 cucharadas de harina de garbanzo, 1 cucharada de harina de rebozar (en este caso de la marca Gallo, con gluten añadido), un chorritín de vinagre, sal, pimienta y la leche de soja necesaria para obtener una masa blanda pero manejable, que no gotee.
  • Deja unos minutos en reposo, añade una cucharadita de levadura química y fríe por cucharadas en aceite no demasiado caliente para que los buñuelos se hagan bien por dentro.
  • Retira los buñuelos cuando empiecen a dorarse, no más porque amargan.


Chips

  • Pela los nabos y córtalos en rebanadas de 1/2 cm.
  • Pásalos por harina de rebozar de modo que queden bien cubiertos. Déjalos unos minutos para que absorban bien la harina y sacúdelos en un escurridor para quitarles el exceso.
  • Fríe las rebanadas en aceite no demasiado caliente para que se sequen bien sin quemarse.
  • Escurre sobre papel absorbente, sala ligeramente y sirve enseguida.



Acompaña el plato con tomate fresco y, si tienes la misma suerte que yo, con un chatni de... ¡nabos! (Sweet Pickle, producto ocasional de Lidl, línea inglesa).


TiP
El añadido de vinagre a las masas de freír hace que absorban menos aceite (truco de mi abuela Margarita, que, como buena francesa, hacía unos fritos insuperables).