jueves, 26 de febrero de 2009

Pasta salteada con verduras


Esto no es una receta sino una técnica para preparar la pasta, inspirada en la cocina china pero con la diferencia de que no lleva salsa. Os animo a probarla porque es una delicia.

- Cortamos las verduras en trocitos. En este caso utilicé una cebolleta (reservar el tallo), media berenjena, un pimiento rojo y un trozo de calabaza.

- Poner al fuego una olla con dos litros y medio de agua y, cuando rompa a hervir, echar la sal y 250 g de pasta corta. Es muy recomendable elegir una marca italiana, porque en Italia la pasta se fabrica con un trigo duro que mantiene mucho mejor el punto de cocción.

- Echar aceite de oliva en una cazuela amplia y de fondo grueso. Cuando la cazuela y el aceite estén bien calientes, saltear las verduras como si fuese en un wok, a temperatura media-alta y removiendo casi continuamente, hasta que se tuesten por fuera y queden tiernas pero muy firmes. Condimentar a voluntad, sin echar ningún líquido.

- Escurrir la pasta unos minutos antes de que esté en su punto. Sacudirla para que suelte toda el agua posible.

- Subir el fuego de la cazuela al máximo, añadir más aceite y echar la pasta encima de las verduras. Saltear todo junto, removiendo continuamente con una espátula desde abajo, hasta que la pasta esté hecha pero bien al dente. Apagar el fuego, añadir el tallo de la cebolleta en rodajitas, remover una vez más y servir espolvoreado con semillas de sésamo.

Como habéis visto, no añadimos tomate, salsa de soja ni otros líquidos. De esta manera, la pasta y las verduras quedan consistentes, apetitosas y cada una con su sabor. Podéis utilizar otras hortalizas que no contengan mucha agua, y también legumbres cocidas o brotes.

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