Primo hermano de estos Espaguetis Menta y limón, solo que aquí las protagonistas son las habas. Lo único que lleva tiempo es pelarlas pero vale la pena porque son deliciosas y se pueden disfrutar pocas semanas al año.
Entonces:
- Pela las habas. Quítales solo las vainas si los granos son tiernos, y si no, también la piel de cada grano. Esta vez retiré las dos pieles y me alegré de haberlo hecho porque el resultado fue estupendo. Resérvalas.
- Calienta aceite de oliva en una sartén grande o paellera y rehoga una cebolla grande picada.
- Añade una taza de arroz corto, remueve un momento y cubre con un caldo de verduras suave a temperatura de ebullición.
- Agrega más caldo a medida que se consuma, removiendo con frecuencia para que vaya soltando el almidón y quede cremoso.
- Cuando el arroz esté en su punto, añade sal si la necesita, pimienta blanca, una cucharada gordita de margarina vegetal, la piel rallada de un limón mediano y un chorro de zumo (consejo del gran Gualtiero Marchesi para redondear el sabor del almidón).
- Mezcla todo, tapa bien la sartén, apaga el fuego y deja reposar cinco minutos.
- Mientras tanto, pon las habas peladas en un cazo con abundante aceite de oliva y cocínalas uno o dos minutos hasta que estén tiernas.
- Emplata el risotto y remata con una buena cucharada de habas en su aceite.
- Pon un gajo de limón en cada plato por si alguien prefiere acentuar el sabor.
Fuente de inspiración: Cesare Marretti