Como decimos todos los años,
"los nabos no son solamente para el caldo"
- Prepara una masa sin grumos con 50 g de harina de arroz, 150 g de harina de trigo común, media cucharadita de bicarbonato y 300 ml de agua muy fría.
- Pela nabos pequeños, córtalos en rodajas y échalos en la masa, removiendo para que se cubran bien.
- Fríe las rodajas de ambos lados en aceite de semillas a temperatura moderada-alta para que la masa se dore y el nabo quede ligeramente crujiente.
- Escúrrelas sobre papel absorbente y espolvoréalas con sal fina desde lo alto.
- Sirve enseguida, como aperitivo o entrante, con una ensaladilla cortada muy fina (lo que los estadounidenses llaman "salsa") hecha con: una naranja pelada, 1 tomate pequeño, 1 bulbo pequeño de cebolleta, 1 trozo de pimiento rojo y 6-8 aceitunas negras, aliñada con vinagre de manzana, poca sal, bastante pimienta negra y cilantro (o perejil) picado.