sábado, 7 de febrero de 2009
Sucedáneo de parmesano rallado II
Pariente pobre de la picada catalana, esta antigua preparación enriquecía las comidas italianas cuando no había para queso. Ahora sigue vigente por su sabor delicioso y porque es una opción respetuosa de los animales.
Pon aceite de oliva en una sartén y fríe unos dientes de ajo en rodajitas. Cuando se empiecen a encoger, añade unas cucharadas de pan rallado y cocina removiendo hasta que quede tostadito sin quemarse.
Espolvorea estas "migas" sobre verduras o pasta sin salsa y añade más aceite si hace falta.
También puedes:
- Usar el pan que queda en el fondo de la sartén al freír alimentos empanados, siempre que no esté quemado.
- Añadir hierbas secas y guindilla a voluntad.
- Si deseas un sabor a ajo más suave, poner uno o dos dientes aplastados, sin pelar, y retirarlos antes de servir.
- Para servir con verduras, añadir unas gotas de vinagre o unas alcaparras.