¿Consumes chucrut? ¿Cuántas veces al mes? Juraría que pocas, y es una pena porque es un alimento barato y fácil de preparar, tiene muy buen sabor y unas propiedades excelentes.
Además de ser una buena fuente de vitamina C (recomendada para el invierno), "La concentración de enzimas digestivas convierte a este alimento fermentado en un eficaz complemento dietético para mejorar la dispepsia". Esto y más lo puedes leer en esta página. Lamentablemente, el chucrut que conseguimos en España está envasado y previamente pasteurizado, proceso que ayuda a la conservación pero elimina casi todas las bondades del producto original. Si conoces una tienda de productos alemanes, pregunta si tienen chucrut de tonel, con todo su fermento y su sabor.
Los gourmets prescriben cocinar el chucrut tal como viene, con todo su jugo y su sal. Seguramente va bien así en la choucroute garnie, con toda la grasa que lleva, pero no con ingredientes suaves como las verduras.
Entonces, te propongo este modo de prepararlo que se hace solo, tiene pocas calorías y está delicioso.
- Saca el chucrut del envase, ponlo en un colador y enjuágalo rápidamente bajo el agua del grifo.
- Ponlo en una cazuela de fondo grueso con unos guisantes secos partidos, cubre con agua o caldo vegetal, echa media lata de tomate y todos los condimentos que te gusten (el comino que no falte, además de ajo y cebolla en polvo).
- Tapa y cocina 45 minutos o hasta que los guisantes estén tiernos, añadiendo líquido a medida que sea necesario (tiene que quedar ligeramente caldoso).
- Añade patatas cortadas, reparte unos copitos de margarina y espolvorea con un poco de pimentón dulce.
- Tapa y deja a fuego mediano hasta que las patatas estén hechas.
- Sirve con un chorro de aceite y pimienta de molinillo.
