Rica y casi gratis
Tiempo atrás puse una receta de crema de coliflor con sus hojas que os recomiendo, ahora vuelvo al tema con una versión más rápida y sencilla que también merece.
Tuve la suerte de encontrar una coliflor perfecta, blanca, apretada y con muchas hojas frescas. La coliflor murió al vapor con patatas un mediodía de invierno, y lo que sobró fue a parar a esta cremita que nos tomamos en la cena.
- Las patatas (que son las que serví en la comida con la coliflor): corta dos o tres patatas hermosas en trozos de bocado y cuécelas en agua con sal, zumo de limón y una cucharadita de margarina vegana. Escúrrelas sin tirar el agua.
- Las hojas de coliflor: trocea todas las hojas verdes y los tallos más tiernos, y cuécelos en el agua de las patatas hasta que estén tiernos.
Mientras tanto, tuesta en una sartén limpia unos granos de coriandro y pimienta de Jamaica, y machácalos en un mortero junto con unos kikos (maíz frito para aperitivo, lo puedes reemplazar por colines u otra cosa crujiente).
Si prefieres una mezcla más fina puedes usar un molinillo, pero en trocitos tiene un encanto especial.
- Bate las hojas de coliflor con un poco del agua de cocción y algunos trozos de patata. Salpimienta a tu gusto y sirve la crema con una cucharada de salsa de tomate en cada plato, las especias machacadas y un hilo de aceite de oliva.