Seguimos con la coliflor, que en estos días está buena, bonita y barata. Ésta la hacemos simplemente al vapor (acordaos de hacerle un corte en cruz en la base del tronco para que no quede duro) y le ponemos una salsa cruda pero caliente, porque todavía está haciendo un poco de fresco y el estómago pide abrigo.
¿Por qué cruda? Porque es más rica y más saludable. Ya estamos lidiando con la astenia primaveral y necesitamos hacer acopio de nutrientes.
Además, los vegetales crudos ayudan a adelgazar. A veces sentimos hambre porque el organismo necesita algún nutriente y pide alimento. Pero, en vez de darle lo que precisa, seguimos cargándolo de comida recocinada, que está muerta o moribunda. Si no cortamos el círculo, terminaremos obesos y desnutridos. ¿Sabíais que los crudívoros (una categoría de vegetarianos) toman todos los alimentos crudos? Usan unos calentadores que no pasan de 40 °C, así los calientan sin cocinarlos. Nosotros vamos a hacer algo parecido:
Cortad en trocitos una cebolleta entera, medio pimiento rojo bien dulce y un tomate grande, más cualquier otra verdura o fruta cruda que tengáis y os apetezca. Aliñadlo a vuestro gusto y ponedlo en el micro 1-2 minutos para que se caliente. Echadlo sobre la coliflor calentita y disfrutadlo con una rebanada de pan de verdad.
No desechéis las hojas tiernas de la coliflor, que además de ser riquísimas ayudan a la digestión. Las gruesas también se pueden utilizar, cortadas en cubitos y salteadas, así sin más o en tortilla.
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