Los membrillos están muy baratos (en este momento cuestan menos de 1 euro el kilo) y dan mucho juego, no temáis ponerlos también en platos salados.
Esto que os cuento no es una receta sino un a ver qué tengo en el frigo, pero está muy rico porque los jugos de las verduras se mezclan entre sí. Además, se hace en un momento.
- Antes de nada, encender el horno a temperatura bien alta.
- Cortar verduras en tiras o rodajas y ponerlas sobre una bandeja de horno aceitada, en este orden: cebolleta, pimiento, calabacín y tomate (pero vale cualquier otra verdura que tengáis en casa). Poner entre capa y capa las hierbas y especias que os gusten.
Pelar un membrillo, cortarlo en cuartos, descorazonarlo con un cuchillo filoso y con cuidado de no lastimarse porque es duro. Cortar cada cuarto en varios gajos y rociarlos con vinagre balsámico. Acomodar los gajos en la bandeja y espolvorearlos con azúcar.
Sin bajar la temperatura, hornear alrededor de 20 minutos hasta que todo esté tierno pero consistente (darle la vuelta al membrillo a mitad de la cocción).
Emplatar y chorrear con aceite de oliva.
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