Una forma diferente de tomar los nabos, inspirada en una antigua receta del norte de Italia. ¡Muy ricos!
Cuando estén doraditos, rociarlos con un buen chorro de vinagre de vino blanco, remover, tapar la sartén y dejar uno o dos minutos más para que terminen de hacerse y se impregnen de sabor. Salpimentar.
Servir con arroz blanco espolvoreado con perejil y unos champiñones asados si se desea.
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