El primero fue un quesito que parece un pan, era tan bonito que me fue imposible no comprarlo. E hice bien porque es delicioso, recuerda el Camembert pero es más suave y tiene una textura muy apetecible.
... y después vinieron ellas, MIS mini cocottes, con las cuales todavía mantengo un romance apasionado.
Vienen en cuatro colores e inmediatamente necesité los cuatro, sobre todo porque son baratitas. Van en el horno común y en el microondas, y os aseguro que ponen de fiesta cualquier mesa. No veo la hora de tener una nieta para escondérselas bajo llave.
¡Por cierto, estáis todos invitados a jugar a las cocinitas en mi casa!
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