Un plato sencillo, poco calórico y muy sano que puedes servir caliente o frío
El relleno:
- Asa una berenjena a la plancha por todos los lados hasta que la piel quede crujiente y se empiece a quebrar. ¡Reserva el jugo!
- Pásala enseguida a un plato hondo, déjala enfriar y retírale la piel.
- Tritura la carne de la berenjena con un cuchillo o con una batidora de manivela para que quede en trocitos pequeños y no como una crema. Añade el jugo que haya soltado, dos dientes de ajo triturados, orégano, sal, perejil fresco y levadura de cervezaTiP.
Los tomates:
- Corta por la mitad dos tomates maduros pero firmes, vacíalos y reserva la pulpa y las semillas. Sálalos un poco y ponlos boca abajo sobre un papel de cocina para que suelten el agua.
La salsa de tomate:
- Pon la pulpa y las semillas de los tomates en una batidora eléctrica con perejil, cebolla en polvo, toque de vinagre de manzanas y una cucharada de aceite de oliva.
Terminación:
- Rellena los tomates con el picadillo de berenjena.
- Corta unas zanahorias en rodajas y cuécelas al vapor.
- Cuando estén casi hechas, pon encima los tomates y deja un minuto o dos, solo para que se calienten.
Emplatado:
- Calienta la salsa de tomate, ponla en el fondo de un plato y acomoda encima los tomates, rematados con unos chorritos de mayonesa vegana y semillas de sésamo, y rodeados por las zanahorias regadas con más salsa de tomate.
TiPs
- La levadura de cerveza no es la de panadería sino la que viene en copos. Se vende en herbolarios pero también en muchos supermercados, es un excelente suplemento alimenticio y tiene muy buen sabor. Se puede usar como ingrediente en preparaciones como ésta, espolvoreada sobre una ensalada o como sustituto del parmesano con la pasta. Es un ingrediente habitual de las pastillas de caldo y de otros alimentos envasados.
- Si prefieres tomar el plato a temperatura ambiente, deja enfriar las zanahorias y no calientes ni los tomates rellenos ni la salsa de tomate.