Uno de mis blogs favoritos es Póngame un café de la genial Femme d chocolat, un personaje tan ecléctico y fascinante como su página (si aún no la conocéis, éste podría ser un buen momento... ¡pero antes seguid leyendo!).
El caso es que nuestra Mujer de chocolate ha hecho honor a su nombre y se ha montado una empresa de catering donde, además de unas cositas saladas que hacen cosquillas en el paladar de solo verlas, ofrece un surtido de chocolates que me llamaron como sirenas desde el catálogo.
Me llegaba una visita especial y quería poner algo distinto, una de esas cosas que despiertan comentarios. Y así fue. La presentación (caja, lazos, flores) ya prometía algo importante ("¿en serio que esto también lo hace ella?").
...y ahí estaban ellos, suntuosos, intrigantes y deliciosos.
Hicimos un concurso a ver si acertábamos con los sabores, y es que no son sabores de todos los días. Los hay de azafrán y cardamomo, de vinagre de Módena, de lavanda y coco, de pimienta rosa, de comino y orujo, de lima, de vainilla y sal, de tequila, de café, coco y ciruela... Todos en su justa medida, perfectamente distinguibles pero sin invadir el sabor principal del excelente chocolate.
Os los recomiendo sinceramente, además la entrega es muy puntual y el embalaje hace que lleguen en perfectas condiciones incluso en verano.
Y mirad qué guapos estos detallitos de trufa que encargué para otros amigos, me apresuré a fotografiar los que todavía no he repartido. ¡A un precio que no os lo creeréis!
Pero lo mejor es que miréis el catálogo completo, estoy segura de que se os hará la boca agua igual que a mí.
¡Una vez más, gracias, Femme!
