Siguen llegando berenjenas BBB y no es cuestión de desaprovecharlas, que con los nuevos fríos no tardarán en desaparecer. Esta receta se puede variar a voluntad y, de rica que está, hasta parece cara.
Para cuatro raciones:
- Pela dos berenjenas grandes y rebánales un poco las barriguitas para que quede un "ladrillo" recto.
- Córtalas por la mitad a lo largo y ponlas en una sartén de piedra limpia, a fuego bajo, hasta que se tuesten un poquito de cada lado. No se tienen que hacer del todo.
- Haz un tajo central a lo largo de cada trozo de berenjena para formar un bolsillo.
- Rellena el bolsillo con rodajas muy finas de cebolla y de limón y añade unas algas que te gusten (yo usé la variedad dulse).
- Cierra las medias berenjenas, aplánalas y ponlas en una placa forrada con papel de horno y rociada con un buen chorro de aceite.
- Condiméntalas con sal, pimienta y tomillo, dales la vuelta y condiméntalas también del otro lado.
- Pela dos patatas, pásalas por el rallador grueso y repártelas en una sartén con un poco de aceite, formando cuatro montoncitos del tamaño de las berenjenas.
- Cocina hasta que la base esté firme y ligeramente dorada.
- Acomoda un "rösti" encima de cada bolsillo de berenjena, ponles sal, rocía con aceite y espolvorea con nuez moscada recién rallada.
- Corta un tomate en rodajas finas y los sobrantes de verduras y limón en tiritas, ponlos en la placa. Sala y pulveriza con vinagre balsámico (óptimo el de Mercadona).
- Mete la placa en el horno precalentado a temperatura alta hasta que las patatas estén doradas.
- Sirve cada bolsillo de berenjena con un montoncito de las verduras que habías puesto en la placa y unos granos de pimienta rosa.