Los champiñones al horno tienen una consistencia carnosa y un sabor mucho más acentuado. Preparados con esta receta son un comodín: los podéis tomar recién hechos (con patatas, pasta, arroz) o dejarlos enfriar para hacer una ensalada. O ponerlos como aperitivos fríos o calientes. Y en bocadillos. O triturados con tofu en un riquísimo paté. Además, con poco aceite son un plato bajo en calorías pero igualmente sabroso.
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- Limpia los champiñones y quítales el pie. Si los has lavado, sécalos con un paño y déjalos orear.
- Forra una bandeja de horno con papel vegetal y riega el fondo con aceite.
- Pon en la bandeja las cabezas de los champiñones, boca abajo, y los pies cortados por la mitad a lo largo.
- Pela varios dientes de ajo, córtalos en láminas y repártelas entre los champiñones.
- Pinta los champiñones con aceite y mételos en el horno bien caliente.
- A los 10 minutos, retira y añade tomates frescos troceados y aliñados con sal, aceite y eneldo.
- Hornea 15 minutos más o hasta que los champiñones se vean marrones y arrugados.