Dos salsas contrapuestas que se mezclan en el plato
unidas por el sabor a mar
Los concursos también educan: en Ahora caigo me enteré de que el mar huele a mar por la presencia de las algas. Algo similar sucede con la salsa marinera, que no lleva ingredientes marinos sino que adquiere el sabor de los animales de pesca que se suelen cocer en ella. Aquí hemos cambiado los animales por el "extracto de mar" y ha quedado para chuparse los dedos.
La salsa marinera
- Pon aceite de oliva en una cazuela mediana y rehoga despacio una cebolla picada fina, con una pizca de azúcar, hasta que comience a tostarse.
- Añade dos dientes de ajo triturados y cocina un momento más.
- Echa medio vaso de vino blanco seco y deja que se evapore el alcohol.
- Añade tres cucharadas de salsa de tomate envasada, una cucharada de concentrado de tomate y medio vaso de agua con una cucharada de maicena disuelta.
- Condimenta con sal (poca, mejor corregir al final) y guindilla en escamas.
- Cuece a fuego muy bajo hasta que la salsa quede espesa y sabrosa.
El puerro (optativo)
- Corta un puerro grande a lo largo, separa las hojas y cuécelas en agua solo hasta que queden flexibles.
- Escúrrelas y resérvalas.
El relleno de los cogollos (bechamel con algas)
- Calienta en un cazo dos cucharadas de margarina, añade dos cucharadas de harina común y cocina removiendo durante tres minutos como mínimo hasta que tenga un color avellanado y huela ligeramente a galleta, lo que significará que la harina está cocida.
- Vierte poco a poco 300 ml de leche vegetal (en este caso no recomiendo la de avena porque es dulzona) mientras remueves con unas varillas, hasta que la salsa quede espesa y sin grumos.
- Condimenta con sal, pimienta negra y eneldo.
- Agrega un puñadito de algas espagueti de mar, remueve y deja templar.
(He corregido la cantidad de algas que puse originalmente, pido mil disculpas por mi error y agradezco a Mijú por hacérmelo notar).
Montaje, cocción y presentación
- Lava y seca dos cogollos grandes de lechuga (o cuatro pequeños) sin quitarles la punta del tronco.
- Separa un poco las hojas y rellena con la bechamel, que ya estará más espesa.
- Envuelve cada cogollo con las hojas de puerro y átalos con un cordel. También puedes atarlos sin el puerro, con cuidado de que la bechamel quede bien escondida para que no se escape en la salsa durante la cocción.
- Ponlos en la cazuela con la salsa marinera y echa unos trocitos de algas alrededor.
- Cocina de ambos lados a fuego bajo hasta que los cogollos se calienten bien por dentro y se tiernicen sin deshacerse.
- Quítales el cordel y añade perejil picado a la salsa.
- Sirve los cogollos con abundante salsa, espolvoreados con más perejil y acompañados en el mismo plato con pasta corta aliñada solamente con aceite, que se enriquecerá con la salsa de tomate y con la bechamel que suelten los cogollos.