Ahora que llegó el frío en serio
Para 4-6 raciones
La crema de garbanzos
- Pon 600 g de garbanzos cocidos en un cazo y cúbrelos con agua hasta dos dedos por encima. Mejor si utilizas el agua donde has cocido los garbanzos.
- Añade al cazo una cucharada de tronquitos de regaliz en un filtro para té.
- Hierve cinco minutos y deja enfriar.
- Retira el filtro con el regaliz y escurre los garbanzos, reservando el agua.
- Bate los garbanzos, añadiendo poco a poco el agua de cocción necesaria para obtener una crema bastante líquida, no un puré.
- Añade dos cucharadas de margarina vegana, sal y poca pimienta blanca. No utilices más especias para no cubrir el sabor del regaliz, que será muy suave.
La crema de patatas
- Pela una patata grande, córtala en trozos y cuécela en un cazo con agua hasta cubrir. Puedes usar el agua de cocción de los garbanzos para darle más sabor.
- Retira un poco de agua y bate las patatas con una cucharada de margarina y un pellizco de sal. Añade el resto del agua si hace falta.
La crema verde
- Bate dos cucharadas de pipas de girasol fritas, de las que venden para aperitivos, con una cucharada de aceite de oliva, una cucharada de agua de los garbanzos y un manojo abundante de perejil. Tiene que quedar una crema densa.
- Pon la crema en una manga.
Emplatado
- Echa un cacillo de crema de garbanzos en un plato sopero, vierte crema de patatas en el centro y haz unas ondas de crema verde en la superficie.
- Puedes añadir unas pipas de girasol, que se hundirán y serán unos tropezones muy agradables.