viernes, 17 de julio de 2015

Ensalada de espelta con queso vegano (ideal bufé)



Una rica ensalada con tomatitos confitados, judías verdes,
aceitunas, "queso" y pesto de hojas verdes
Los bufés de ensaladas son la mejor solución para una reunión informal en verano. Además de una variedad de hojas frescas, no pueden faltar dos o tres combinaciones de cereales y hortalizas cocidos, que satisfacen y aportan una variación de textura. Esta es de espelta, el adán de los trigos, que en España se está difundiendo en los últimos años pero en Italia siempre ha formado parte de la cocina familiar.

No os asustéis, la preparación lleva su tiempo pero es muy fácil y se puede hacer la víspera. Después, solo hay que mezclar los ingredientes y refrigerar hasta la hora de consumirla.


Ingredientes (cantidades aproximadas)

  • 250 g de granos de espelta
  • 200 g de judías verdes redondas
  • 4-5 dientes de ajo
  • canónigos, albahaca y perejil
  • semillas de girasol
  • aceitunas partidas
  • 250 g de tomatitos cereza o similares
  • sal, pimienta, tomillo fresco o seco
  • aceite de oliva
  • zumo de medio limón
  • 2 cucharadas de levadura de cerveza dietética

Preparación 

 

La espelta

  • Cuécela en agua con un poco de sal. El tiempo de cocción es de aproximadamente una hora pero se acorta mucho si las pones a remojo la noche anterior o usas una olla rápida.

Las judías verdes

  • Procura usar las redondas, que son más bonitas. Ahora es el momento ideal para comprarlas frescas.  
  • Cuécelas en agua con poca sal hasta que estén tiernas pero crujientes.
  • Cuando empiecen a ablandarse, añade al agua cuatro o cinco dientes de ajo sin pelar que usaremos para el pesto.
 

  • Escurre todo y pon las judías en agua helada para que no pierdan el color.
  • Cuando se enfríen, escúrrelas bien y resérvalas.

Los tomatitos confitados

  • Pártelos por la mitad a lo largo, ponlos en una bandeja de horno con un hilo de aceite y espolvoréalos con sal y tomillo.
  • Hornéalos a temperatura moderada hasta que se arruguen (unos 20 minutos)
  • Para aprovechar el horno, puedes poner unos champiñones para hacer estos Macarons de champiñón fritos.


El pesto


  • Pon en la batidora: los ajos pelados, un buen puñado de canónigos, diez o veinte hojas de albahaca, un manojo de perejil, dos cucharadas de pipas de girasol naturales, el zumo de medio limón y 50 ml de aceite de oliva.
  • Bátelo todo hasta obtener una crema ligera. Si te queda muy espesa, añade un poquito de agua.


Las aceitunas partidas

Para quien no las conozca, son precisamente eso, tienen un corte hasta el hueso que permite un curado más profundo. Podéis usar cualquier otro tipo, pero estas son más duras y carnosas, lo que hace un buen contraste de texturas con el cereal cocido.


Capítulo aparte: el queso vegano

En el taller de carnes vegetales de El Hogar Provegan, alguien le preguntó a Arantxa si daría un taller de quesos veganos, y ella contestó "mira, desde que conocí los Divina Teresa, no he vuelto a hacer quesos en casa".
Coincido totalmente con ella por tres motivos: primero, nunca seré capaz de hacer algo parecido, engañan al más pintado; segundo, ya están hechos; tercero y muy importante: están bien de precio.

Estos son los dos que tenemos siempre en casa, el Saturn ahumado y el Venus suave con sabor a mantequilla. Hay varios tipos más, incluso en lonchitas y en cremas para untar. El cheddar en lonchas es fantástico para hacer bocadillos. Todos se funden con el calor. Eso sí, no tienen las propiedades nutritivas del queso tradicional, ni aportan proteínas.
Precio: alrededor de 5 € el paquete de 400 g.

Y ahora, terminemos la ensalada

  • Pon en una ensaladera la espelta cocida con todos los demás ingredientes: los tomatitos confitados, las judías verdes, las aceitunas en mitades sin el hueso y unos cubos de queso (reserva un poco de cada cosa para decorar).
  • Agrega el pesto y la levadura, remueve y refrigera.
  • Retírala un momento antes de servir, controla la sazón y añade lo que haga falta. Pon un poco de pimienta recién molida, remueve, decora, rocía con aceite de oliva y ¡a la mesa!