¡Prohibido tirar el pan viejo!
Hace muchos años (¿alguien se acuerda?) Rita Pavone cantaba "viva la pappa col pomodoro", que se tradujo al español como "viva la papa con tomate".
En realidad, pappa no significa papa (patata) sino papilla, y eso es más o menos este plato: una sopa caliente de pan y tomate que estaría para mojar pan si no fuera porque ya lo lleva dentro.
La canción en italiano dice que es un capolavoro, una obra maestra, y algo de eso hay porque es increíble lo que pueden dar de sí tan pocos y tan pobres ingredientes. La estrechez económica ha producido platos fantásticos que hoy se sirven en restaurantes importantes, y la pappa col pomodoro podría ser uno de ellos. Os animo a probarla.
Ingredientes (cantidades aproximadas y muy libres)
250 g de pan de dos días (pan de verdad, no de goma)
500 g de tomates frescos (aunque no pasa nada si un día los ponéis envasados, de esos enteros)
1 cebolla grande
1 litro de caldo aproximadamente
Aceite de oliva de sabor intenso
Sal, pimienta y albahaca fresca (o seca, o perejil, mejor romper la tradición que perderse la pappa por falta de albahaca)
Preparación
-- Cortar el pan en cubos de 2 cm, mejor unas horas antes para que se seque más.
-- Pelar los tomates y trincharlos.
-- Picar la cebolla.
-- Poner aceite en una cazuela de fondo grueso y rehogar la cebolla.
-- Cuando esté por empezar a tostarse, añadir el pan y remover hasta que se impregne bien de aceite y comience a dorarse.
-- Echar los tomates, remover y cubrir con caldo. Cuando comience a hervir, cocinar a fuego bajo removiendo a menudo para evitar que se pegue. Añadir caldo caliente a medida que se seque, tiene que quedar una sopa espesa. La cocción lleva alrededor de media hora, cuando se ve homogéneo ya está listo. Pero no aplastéis demasiado los trozos de pan, es más apetitoso con algunos tropezones.
-- Dejar reposar cinco minutos con la cazuela tapada, añadir la albahaca y un poco más de aceite en crudo. Servir bien caliente.