Sabores de Italia, Centroamérica y Oriente que,
al menos para mi gusto, se llevan de maravillas
al menos para mi gusto, se llevan de maravillas
Ingredientes
- 250 g de pasta corta (plumas o macarrones)
- un bote de judías negras (frijoles)
- 1 cebolla
- 1 calabacín
- 4-5 tomates secos
- el zumo de media naranja
- ralladura de la piel de media naranja
- 1 trozo de jengibre de 3 cm
- 1 cucharadita de semillas de hinojo
- coco rallado
- aceite de sabor suave, sal si la utilizas, pimienta negra, un pellizquito de colorante para arroz
Cómo hacerlo
- Pon a hervir el agua para la pasta y, mientras tanto:
- Trincha la cebolla, pica el jengibre sin pelar y rehógalos juntos en una sartén grande con aceite, sin que tomen color.
- Añade los tomates secos en tiritas finas, el zumo y la ralladura de naranja, las semillas de hinojo y el calabacín cortado en cubitos.
- Echa enseguida un cacillo de agua de hervir la pasta (mejor si la pasta ya está dentro), el colorante y la pimienta, y deja que se haga despacio añadiendo más agua si tiende a secarse. Tiene que quedar ligeramente caldoso para que después termines de cocer la pasta dentro.
- Cuando la pasta esté un pelín más dura que al dente, escúrrela y ponla en la sartén, añade más aceite y más agua si es necesario, sube el fuego al máximo y remueve hasta que la pasta esté en su punto y bien mezclada con la salsa.
- Sirve el plato espolvoreado con coco rallado, fresco o seco.
TiPs
- El calabacín no debe saltearse sino cocerse en agua para que se ablande menos, así aportará frescura y textura. Esto es indispensable para que el plato no quede todo pastoso.
- El colorante también es necesario porque el color natural del plato es tirando a gótico, si no lo tienes, cómete la pasta con los ojos cerrados.
