Gratitud desde cada célula porque tengo la oportunidad de seguir viviendo y aprendiendo. Y porque hay duendes en mi vida que me abren flores y me sacuden cascabeles.
Uno de esos duendes se ha tomado el trabajo de prepararme nada menos que un pastel de cumpleaños aunque estemos a muchos kilómetros de distancia. Y me lo ha mandado en esta foto, enterito y fresco para siempre.
María, mi Mary Baker amiga y compañera,
eres un bicho por hacerme lagrimear.
eres un bicho por hacerme lagrimear.
Gracias por este calorcito que me has puesto en el corazón.
Y gracias también a los otros duendes que visitan este blog, todos me hacen el regalo de su tiempo y muchos me sueltan mariposas en la cocina. ¡Soy una persona muy afortunada!