Una receta rápida porque se prepara todo al mismo tiempo
Primero vamos a cocer la coliflor al vapor sin vaporera.
Os describo el método porque me consta que algún cocinero experto no lo conoce, es que ahora tenemos tantos aparatos que hemos desaprendido a cocinar sin ellos.
- Corta las hojas de la coliflor dejando 3-4 cm de tronco, que hará de pie durante la cocción.
Reserva las pencas y hiende el tronco en cruz con un cuchillo bien afilado.
- Pon la coliflor entera en una cazuela con 3-4 dedos de agua y unas gotitas de vinagre.
- Tapa y pon a fuego alto para que se forme abundante vapor, que cocinará la coliflor.
- Píncharla desde arriba con una brocheta fina de metal, estará lista en cuanto se pueda atravesar el tronco sin esfuerzo pero con una leve resistencia (no te pases de este punto).
- Apaga el fuego y tapa la cazuela para que la coliflor no se enfríe.
Mientras tanto, prepara las pencas.
- Limpia y picar las penca, tanto la parte dura como las hojas verdes.
- Saltéalas con aceite de oliva y ajo, echa un poco del agua de cocción de la coliflor, salpimienta y cuece hasta que las pencas estén hechas y el agua se haya evaporado casi por completo.
- Resérvalas tapadas.
También mientras tanto, haz la salsa.
- Pon en la batidora:
- 200 g de zanahorias en trocitos
- 300 ml de leche de soja
- 1,5 cucharadas de harina
- 1 pastilla de caldo vegetal
- pimienta, pimentón y 1 cucharadita de zumo de limón
- Bate hasta obtener una mezcla completamente lisa.
- Pon la mezcla en un cazo con 50 g de margarina vegana, hierve 3 minutos y apaga el fuego.
Prueba la sazón y añade lo que falte.
Pon la coliflor en un plato, báñala con la salsa y cúbrela con las pencas salteadas.
Sirve con el resto de salsa en una salsera.
