martes, 12 de abril de 2011

Pasta con alcachofas, setas chinas y almendras





Seguimos con las alcachofas... ¡y seguiremos!


Para 2-3 personas hacen falta:
  • 200 g de pasta larga (espaguetis o cintas)
  • 2 alcachofas medianas
  • 1 cebolla pequeña
  • 6 setas chinas (shiitake) secas
  • 1 diente de ajo
  • aceite de oliva de sabor suave
  • vinagre balsámico
  • sal, pimienta, cebollino (opcional) y almendras trituradas

1) Poner las setas a remojar en agua caliente
Los tallos de estas setas son muy duros, así que se deben quitar. 
Yo los retiré antes de remojar las setas y, en vez de tirarlos, los molí y los tosté en una sartén limpia.

2) Poner a hervir 2 litros de agua

3) Limpiar y cortar las alcachofas
Quitarles las hojas feas y pelar el tallo. 
Retirar las hojas exteriores más duras y los tallos y echarlos en el agua que se está calentando para que le aporten sabor y color.
Quitar hojas hasta que aparezca la primera capa que tiene la base de color amarillo claro. También se reconoce por el ruido que hacen al arrancarlas, prestad atención y notaréis que cambia al llegar a las hojas más tiernas. 
Rebanar la punta de la alcachofa y cortarla en rodajas verticales finas. Poner las rebanadas en agua para que no se oscurezcan demasiado.



4) Cortar las setas y la cebolla
La cebolla en tiritas finas ("plumas") y las setas, tras apretarlas con la mano para que suelten el agua, en tiras gruesas. Reservar el agua de remojo de las setas.



5) Hacer las verduras
Poner aceite en una sartén o paella amplia y rehogar las setas con la cebolla, a los 3-4 minutos poner las alcachofas escurridas y secadas con un paño, remover 1-2 minutos y añadir el ajo triturado.
Echar el agua de remojo de las setas a través de un colador, unas gotas de vinagre balsámico, sal, pimienta y un puñadito de los tallos secos molidos.

6) Echar la pasta y terminar
Retirar del agua las hojas y los tallos de alcachofa y reservarlos para otra preparación. 
Poner sal y echar la pasta. Remover con un tenedor largo para que no se pegue hasta que retome el hervor fuerte. 
Escurrirla un poco antes de que esté en su punto, echarla en la sartén de la salsa y terminar la cocción a fuego alto, removiendo continuamente, hasta que la pasta absorba el líquido y quede al dente.

Emplatar, regar con aceite y espolvorear con un pelín de polvo de setas, el cebollino y la almendra.