Un plato vistoso y dulzón para variar un poco
Los champiñones:
Lavar y secar 18-20 champiñones blancos grandes, quitarles los tallos y reservarlos.
El relleno:
- 5 zanahorias medianas
- 2 galletas María (típica galleta redonda para la merienda, aunque lo ideal, si los conseguís, serían dos o tres amaretti italianos)
- 5 nueces
- 1 cucharada de margarina
- sal, pimienta blanca y nuez moscada
- Cocer las zanahorias, hacerlas puré y mezclarlas con las galletas y las nueces trituradas.
- Añadir la margarina derretida y condimentar con sal, nuez moscada y bastante pimienta.
- Tiene que quedar una pasta firme, si se ve muy blanda, añadir una cucharada de harina o de avena fina.
La salsa:
- 2 cucharadas de aceite o margarina
- los tallos de los champiñones cortados en rodajitas
- 1/2 puerro (parte blanca) picado
- 1/2 litro de leche de avena u otra leche vegetal
- gotas de vinagre balsámico
- sal, pimienta y estragón
- granillo de almendras para espolvorear
- Saltear cinco o seis tallos de champiñones en aceite o margarina hasta que queden bien tostados. Reservar.
- Rehogar el resto de los pies de champiñones junto con el puerro sin que cojan color.
- Echar la leche y el estragón y cocinar hasta que los tallos estén tiernos.
- Batir y condimentar con el vinagre, la sal y la pimienta.
Cocción y emplatado:
- Calentar el horno al máximo.
- Poner los champiñones en una bandeja de horno y rellenarlos.
- Rociar con aceite y hornear hasta que los champiñones se oscurezcan y el relleno se vea compacto y ligeramente tostado (unos 20 minutos).
- Servir sobre una base de salsa con los trocitos de tallos reservados, unas hojitas más de estragón y el granillo de almendras.
La cocción breve a alta temperatura hace que los champiñones casi no se encojan, el poco jugo que sueltan queda en el interior y cae al cortarlos, mezclándose con la salsa.
¡Espero que os guste!