Nadie echará de menos el queso
Otra pizza, con la masa que sobró de la anterior.
La masa era tan poca que quedó finita como para strudel, salió estupenda y para repetir.
- En la base: unas cucharadas de tomate envasado.
- Arriba: rodajas muy finitas de calabacín hasta cubrirlo todo, espolvoreadas con la parte blanca de un puerro picada. Sal y pimienta.
- Salsa: bate un pimiento rojo mediano con un buen chorro de nata vegetal, una cucharadita de té colmada de maicena y un chorro de ketchup. Hierve hasta espesar y echa sobre la pizza.
Un pretexto para mostraros mi cuchara salsera de madera
(Tienda en Besalú donde querréis compraros todo,
antes de cruzar el puente, 2,20 €)
- Espolvorea con cebolleta deshidratada o hierbas secas, chorrea con aceite y hornea.