Para el picnic o, ahora que hace frío, para disfrutar en casa con una buena peli
Riquísimo, fino, diferente... estoy enamorada de mi bocadillo y te invito a probarlo porque merece la pena. Frío está buenísimo pero con un golpe rápido de horno hace música. Allá vamos.
La crema de brócoli: corta las flores de una cabeza de brócoli y cocínalas tapadas en el micro durante 4 minutos. Retira y bate con sal, ajo en polvo y un chorro generoso de aceite de oliva. Si le falta untuosidad, añade un chorritín de agua caliente y vuelve a batir.
El "jamón" de tofu: corta un trozo de tofu ahumado (o cualquiera que sea compacto) en lonchas finas y estrújalas entre las palmas de las manos para quitarles toda el agua posible. Calienta un poco de aceite de girasol en una sartén y fríe las lonchas, que harán burbujas por el agua que tendrán todavía.
Cuando el aceite deje de burbujear, dales la vuelta y déjalas hasta que el aceite se calle (porque volverá a rezongar) y el tofu esté sequito.
Retira casi todo el aceite, echa un chorro de salsa de soja y remueve hasta que el tofu la absorba por ambos lados.
Apaga el fuego.
Apaga el fuego.
- Corta un tomate en rodajas finas.
- Pon la crema de brócoli en una mitad del pan, arriba lonchas de tofu y después rodajas de tomate.
- Espolvorea con cebolla granulada de la buena y cubre con la otra mitad del pan.
- Pasa el bocadillo un momento por el horno, solo para templarlo, o tómalo así sin más.
Este es un plato completo: la combinación de tofu y pan nos da todos los aminoácidos que tiene la proteína de la carne, y a esto se suman las excelentes propiedades del brócoli y del tomate. ¡Y además está rico!