Si no has probado estas dos hortalizas juntas, te invito a hacerlo: el sabor dulce de la calabaza contrasta con el amargo del nabo en una combinación deliciosa.
Fácil qué más fácil no se puede:
- Pela el cuello de una calabaza violín (también llamada cacahuete) pequeña y unos nabos, y córtalo todo en rodajas.
- Tuesta las rodajas lentamente de ambos lados en una sartén con poco aceite.
- Salpimienta.
Para completar la receta:
- Trocea dos tomates y cocínalos un minuto con aceite, sal, pimienta y orégano.
- Hierve lentejas con jengibre fresco o seco (en este caso usé el jengibre seco de Vitasia que vende Aldi).
- Cuela las lentejas, ponles aceite y sírvelas con la salsa de tomate y las rodajas de calabaza y nabo encima. Adorna con aceitunas negras.
Con una rebanada de pan, es un plato completo