Cocinan los hijos, y cocinan bien
Estamos en tiempo de picnic en ambos hemisferios y, para celebrarlo, os propongo una ensalada de pasta deliciosa que además es cómoda de hacer y de tomar. Special thanks y felicitaciones al hijo que la preparó la víspera y a su chica que la completó antes de salir.
El día anterior:
- Hervir 300 g de pasta formato "hélices" en agua con sal. Escurrirla un pelín más tierna que al dente porque al enfriarse se endurecen. Sin enjuagarla, aliñarla enseguida con aceite de albahaca(*) y remover varias veces hasta que se enfríe.
- Remojar 10 tomates secos en un recipiente con agua caliente y un puñadito de setas secas en otro. Escurrir cuando estén tiernos (guardar el agua para hacer este puré) y cortar todo en trozos pequeños.
- Rehogar en aceite un manojo de espárragos trigueros troceados.
Si no se dispone de espárragos, sustituirlos por una taza de judías verdes (chauchas, vainas) redondas congeladas, remover hasta que pierdan toda el agua y queden sequitas y consistentes. - Retirar y saltear las setas escurridas.
- Cortar 10 aceitunas negras por la mitad.
- Guardar todo en el frigo.
La mañana siguiente:
- Añadir un pepino pelado y un pimiento verde "italiano" en trocitos, más aceite de albahaca, un toque de pimienta negra y más sal si la necesita.
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(*) Aceite de albahaca: calentar agua en un cazo, echar 10 gramos de hojas de albahaca y dejar alrededor de diez segundos sin que el agua llegue a hervir. Retirar las hojas, ponerlas en agua con hielo hasta que se enfríen, apretarlas con las manos para quitarles el agua y batirlas con 100 ml de aceite de oliva, en varias veces, hasta obtener una mezcla homogénea.
Atención: no batir mucho tiempo seguido y dejar enfriar entre un batido y el siguiente para mantener la albahaca fresca.
Nota 1: esta ensalada no lleva vinagre, a voluntad se puede pulverizar ligeramente con vinagre blanco.
Nota 2: también es estupenda para un bufé frío informal.