Este plato, parecido a la Ensalada de lechuga rellena, fue parte de nuestro menú de Nochebuena. Gustó a todos y hasta pidieron repetir. Os lo recomiendo porque es fácil y rápido, tiene buena pinta y se puede variar.
Preparación del relleno
- Picar en la batidora 4 zanahorias medianas y la parte blanca de un puerro. No se tiene que deshacer sino quedar en trocitos pequeños.
- Rehogar la verdura en 2-3 cucharadas de aceite de oliva hasta que se vea sequita y comience a tostarse.
- Poner 2 dientes de ajo picados y rehogar unos segundos más.
- Añadir:
· 1 puñado de soja texturizada fina
· agua hasta la mitad en altura
· 1 chorro de concentrado de tomate (de tubo)
· 6-8 aceitunas verdes picadas
· 1 toque de vinagre blanco suave
· 2-3 cucharadas de uvas pasas
· sal, pimienta y albahaca seca
- Continuar la cocción hasta que se evapore toda el agua.
Montaje de las lechugas
- Quitarles las hojas mustias a una lechuga iceberg y cortarla por la mitad en vertical. Retirar el tronco con un cuchillito y separar cada mitad en tres o cuatro cuencos.
- Recubrir el primer cuenco con bastante relleno, dejando sitio para el segundo cuenco.
- Superponer cuencos y relleno hasta terminar.
- Rociar con aceite de oliva y poner en horno precalentado a 190 °C hasta que comiencen a tostarse las puntas de arriba. La lechuga tiene que quedar caliente pero lo menos cocida posible.
Si queréis variar el relleno, os sugiero:
- Poner siempre algo dulce (en este caso, las zanahorias y las pasas) para contrastar el amargo de la lechuga.
- Darle un toque ácido y otro picante para combinar con el sabor dulce.
Con pan y fruta fresca es un plato completo.