Para divertirse en la cocina y
desaburrir el paladar
desaburrir el paladar
Recordando a Cortázar, se podría decir que estas hamburguesas son "todos los sabores el sabor". Lo primero que notas es el chocolate que no lleva, sino que es harina de algarroba; después los tropezones de cacahuete y perejil, la textura blanda por dentro-crujiente por fuera y el toque dulzón que se contrarresta con la salsa. Más que una comida, una adivinanza para jugar en familia.
Ingredientes para 6 hamburguesas
Primer grupo
- 300 g de garbanzos cocidos
- 2 cucharadas de cacahuetes molidos gruesos
- 3 cucharadas de hojas de perejil picado
- 1 cucharada de tallos de perejil cortados en trocitos
- 1 cucharada colmada de harina de algarroba
- 1 cucharada de salsa barbacoa
- 1 cucharada de salsa de soja
- 3 cucharadas de harina común
Segundo grupo
- aproximadamente 1/2 lata de cerveza
- sal y pimienta
Preparación
- Tritura los garbanzos en la batidora.
- Añade los demás ingredientes del primer grupo y mézclalo todo a mano.
- Si tienes tiempo, deja reposar la masa media hora.
- Vierte la cerveza poco a poco y remueve. Añade más harina o cerveza hasta obtener una pasta consistente, compacta y manejable.
- Ajusta de sal y echa un poco de pimienta.
- Cubre el fondo de una sartén con aceite y haz las hamburguesas de ambos lados con cuidado de que no se quemen. El punto de cocción no se puede controlar por el color porque las hamburguesas ya son oscuras, una solución es rascar la superficie con la uña para comprobar que esté bien sequita.
- Sirve las hamburguesas con una ensalada y con la salsa griega.
Salsa griega (tipo tsatsiki)
- Pela un pepino, quítale las semillas y córtalo en trocitos pequeños.
- Mézclalo con 1 yogur de soja bien frío, el zumo de medio limón, aceite de oliva, sal, pimienta y eneldo.
Esta salsa se debe consumir enseguida porque después suelta agua.
Si la quieres reservar:
- Corta el pepino, sálalo y déjalo escurrir una hora en una tabla inclinada, retíralo y sécalo con papel de cocina.
- Pon dos yogures de soja en un filtro de tela y déjalos varias horas (mejor toda la noche) cubiertos en la nevera para que escurran el líquido y se asemejen al yogur griego.