Ideal para dietas porque satisface mucho y la puedes tomar sin aceite
Dicen que febrero es un mes loco porque por un lado lo tironea el invierno y por el otro la primavera. Yo estoy como febrero, el frío me hace desear comidas sustanciosas pero sé que pronto saldré sin abrigo y se me notará el acopio invernal. Por suerte he encontrado un buen remedio para la locura febreril: esta sopa llena por varias horas y satisface el paladar como un potaje pero con muchas menos calorías.
Pon en una olla a presión:
- 1 cebolla grande pelada y troceada
- 1 rama de apio sin hilos y troceada
- 2 zanahorias grandes lavadas y troceadas
- 3 hojas verdes de puerro picadas gruesas
- 3-4 dientes de ajo
- 2 tiras anchas de piel de limón sacadas a lo largo con un pelapatatas
- 100 g de judías negras (porotos, frijoles) cocidas
Añade:
- 3 cucharadas de salsa de tomate comprada (o tomate frito/puré de tomate/passata)
- 1 cucharadita colmada de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de comino en polvo
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de tomillo seco
- 1,5 litro de agua
Cocina diez minutos después del primer chorro fuerte de vapor.
Retira la olla del fuego, deja que baje la presión y tritúralo todo con una batidora de inmersión.
Prueba y añade sal y pimienta si lo deseas.
Prueba y añade sal y pimienta si lo deseas.
Pon la olla de nuevo en el fuego y agrega:
- 100 g de judías cocidas
- 50 g de fideos cabellín (cabello de ángel)
Cocina hasta que la pasta esté en su punto y sirve con tomillo fresco y un hilo de aceite si lo deseas.
El encanto está en la piel de limón, ¡no dejes de ponérsela!