Este descubrimiento ha sido un cambio de era: las hamburguesas y la salsa boloñesa ya no saben a soja. ¡Mil gracias al blog Ponte Bueno por enseñarnos La soya que no sabe feo!
La receta es para dos o tres raciones abundantes
Primero hacemos el milagro con la soja (con pequeñas variantes respecto al original):
- Hidrata 100 g de soja texturizada gruesa (bolitas) en agua abundante durante media hora como mínimo.
La marca GutBio es de Aldi.
- Pasado el tiempo, escúrrela y apriétala bien para quitarle toda el agua posible.
- Ponla en el mismo escurridor bajo el agua del grifo y remueve bien con las manos en forma de araña para aclarar bien todos los trozos.
- Aprieta y vuelve a lavar dos veces más, aunque generalmente queda bien a la primera.
- Escurre y estruja por última vez: la soja ya está lista para que le des el sabor que desees.
Hasta aquí la preparación básica, ahora vamos con la receta.
- Pon a calentar abundante aceite de oliva en una sartén, añade la soja y remueve hasta que se impregne.
- Mezcla en un bol:
3 cucharadas de agua, 2 cucharadas de salsa de soja suave, 1 cucharadita colmada de extracto de tomate, 1 cucharadita colmada de pimentón ahumado, 1 cucharadita de vinagre balsámico unos cristales de sal ahumada. - Echa la mezcla en la sartén y remueve hasta que todas las bolitas de soja la absorban.
Mientras tanto...
- Corta tres patatas medianas en gajos y cocínalas en otra sartén con aceite de oliva hasta que estén doradas.
- Tuesta 2 cucharadas de semillas de hinojo en una sartén limpia.
- Corta 1 calabacín en cuartos de luna y la parte blanca de un puerro en rodajas.
- Echa el calabacín y el puerro a la sartén con la soja, añade un poco más de agua y cocina a fuego medio-alto solo hasta que la verdura comience a perder rigidez.
- Prueba la sazón de las verduras con la soja y añade otro poco de sal marina (si hace falta) y pimienta.
- Sirve las patatas con la verdura y el "chorizo", espolvoreadas con las semillas de hinojo tostadas.